lunes, 22 de octubre de 2007

AMIGA (por Carlos Díaz Taballione)

Puede que sea amor, si cuando te pienso tan dulce y frágil solo sueño con eternizarte mía, si cada suspiro repasa tu nombre y a cada segundo idealizo tus virtudes.
Puede que sepas que te quiero, pero no sabes que apenas te miro desfallezco y son mis ojos el espejo fiel de mi vulnerabilidad, no sabes que se reprimen en mí las voces de todos los amantes al no poder susurrarte lo que siento, no sabes que ser tu confidente es ardua tarea al no saberme en tus sueños, no sabes de mis celos, no sabes tantas cosas… Qué fácil fue ganar tu simpatía pero… qué lejana te veo “mujer”!.
Puede que nunca te imagines tan amada, tanto que borraste toda huella y revelaste el milagro de creer y saber que no es en vano volver a perseguir la utopía, tanto que cambio todas mis sonrisas por solo una tuya, tanto que prefiero tu felicidad a tu compañía.
Puede que seas para siempre un anhelo y tenga que alejarme de tus encantos, y así olvidarte… olvidarte?... puede que pueda.

miércoles, 3 de octubre de 2007

DORMIR (por Carlos Díaz Taballione)

La sensación de dormirse con una mujer reposando sobre nuestro brazo es más difícil de experimentar de lo que uno imagina. En estos tiempos se hacen alcanzables cuestiones que nada tienen que ver con lo abstracto, nada que escape a cualquiera de nuestros sentidos.
Llevar a una mujer hasta el lecho ya no es festín de pocos sino costumbre popular, y ese proceder cíclico semana tras semana hace desaparecer de a poco la idealidad de un momento... "dormir".
Cuán extraño es encontrar entre tantas a una mujer que nos obligue a besarla en la frente para no borrar su sonrisa, una mujer que se anime a mirarnos a los ojos mientras juega con nuestro pelo, y mucho mas extraño es sentirse tan a gusto que preferimos que sea solamente el preludio de una larga noche de sueño. Esas mujeres nos hacen vulnerables, por ellas vencemos el cansancio para permitirnos ver el momento exacto en el que se cierran sus ojos, con ellas hacemos todas las excepciones a nuestras reglas de vida, sólo con ellas nos permitimos dormir sabiéndonos abrazados, porque son especiales de alguna manera que no conoceremos nunca, porque nos hacen saber que al despertar estaremos felices de haber dormido.

martes, 25 de septiembre de 2007

TODO LO TUYO (por Carlos Díaz Taballione)

Me importa tenerte aunque sea entre mis sueños
Me importa besarte aunque sea en la frente
Me importa abrigarte eternamente en un abrazo
...
todo lo tuyo me importa!

Porque si te sueño descanso
y si te beso sonrío
y al abrazarte sueño
toda una vida contigo.

lunes, 27 de agosto de 2007

ENTRE DOS ARBOLES (por Carlos Díaz Taballione)

Entre dos saludos de copa
entre recuerdos y ausencia
entre dos sacrificios,
justo ahí se dibuja la amistad
justificando una vida
haciendo extensiva tu nostalgia.

A veces niño y otras no tanto
a veces bueno y otras más
a veces solo guillo o guillote,
te vestiste de tierra para dar abrigo
te fumaste los dedos por solo escuchar...
invadiendo y saturando los temas.

Entre idas y vueltas...
A veces, compartiremos tristezas

viernes, 17 de agosto de 2007

TE CUENTO (por Carlos Díaz Taballione)

Al atravesar la calle no miré a hacia los lados, evidentemente había una gran luz de distancia entre la realidad y yo. Durante aproximadamente 10 pasos viví en alguna dimensión a la que solo me lleva tu recuerdo, y tengo que confesar que no es la primera vez que pasa, es un lugar en el que no existo, ni siquiera tu imagen aparece, es mas bien una ambigua sensación de plenitud y dependencia a la que suelo confundirla con la soledad, pero no mi soledad sino la tuya, solo tú existes atrapada en el infinito. Y pienso: que egoísta mi amor al depararte tal suerte; y si me entrometiera en ese espacio solo para hacerte compañía?; o tal vez prefieres solo contemplar tu soledad y seria mas egoísta aún al no dejarte elegir.
Solo me queda desintegrar este lapso y retornar al mundo, buscar con desesperación tu mirada entre todas las siluetas y quedarme todo el tiempo a tu lado a la espera de que me digas “te necesito”. Y entonces como una cascada emergerá de mi alma el mas furioso río de lagrimas al que mis ojos no responden, será que no quieren expresar tan exagerada debilidad, será que no se animan a decir que en verdad el que te necesita soy yo. Al atravesar la barrera del tiempo no reconozco tu fisonomía en mi pasado, tampoco sé si la veré en algún futuro, pero mi presente está abocado a tu existencia y no estoy conforme, es demasiado poco, estremezco al pensar que mañana no estarás o que tu ayer fue mejor. “No podes estar amargándote la vida pensando en las cosas que puedes perder”, todos repiten una y otra vez esta frase como si la dominaran por completo, cuando a la vez, contrariándose aseguran: “nos damos cuenta del valor de lo que poseemos justo después de perderlo”... entonces?.
Tu compañía es lo más valioso a lo que puedo llegar a aspirar y el día de la separación no se me rebelaría misterio alguno, desde siempre supe que eres lo esencial para mi, entonces no quieran privarme del temor al suplicio, del tormento de la soledad futura de un corazón que se queda con vos pero está huérfano de cuerpo.

ESTA SOLEDAD (por Carlos Diaz Taballione)

Porque te extraño te olvido
porque te quiero me duele
porque fuiste mía te espero
y deseo que tus manos
me fragüen el alma
me colmen de tus encantos
y hagan de mi
tu paraje de caricias.

Porque existes vivo
porque no llamas no llamo
porque no lloras lloro
y en quimera te abrazo
eres tan mía
tan real
tan vulnerable
que no lo creo...
y despierto.

Porque no fuiste clemente sangro
porque me amaste no lo concibo
porque me dejaste...
por qué me dejaste?
si fuimos uno
como final y comienzo del día
si te amé sin creer en el amor
si programé hasta el día de nuestras muertes
para que ninguno experimentara
esta soledad.

lunes, 13 de agosto de 2007

Fragmento del libro "El juguete Rabioso" de Roberto Arlt

Algunas veces en la noche, hay rostros de doncellas que hieren con espadas de dulzura. Nos alejamos, y el alma nos queda entenebrecida y sola como después de una fiesta.
Realizaciones excepcionales... se fueron y no sabemos más de ellas, y sin embargo nos acompañaron una noche teniendo la mirada fija en nuestros ojos inmóviles... y nosotros heridos con espadas de dulzura, pensamos cómo sería el amor de esas mujeres con esos semblantes que se adentraron en la carne. Congojosa sequedad del espíritu, peregrina voluptuosidad áspera y mandadora.
Pensamos cómo inclinarían la cabeza hacia nosotros para dejar en dirección al cielo sus labios entreabiertos, cómo dejarían desmayarse del deseo sin desmentir la belleza del semblante un momento ideal; pensamos cómo sus propias manos trizarían los lazos del corpiño...
Rostros... rostros de doncellas maduras para las desesperaciones del júbilo, rostros que súbitamente acrecientan en la entraña un desfallecimiento ardiente, rostros en los que el deseo no desmiente la idealidad de un momento. ¿Cómo vienen a ocupar nuestras noches?
Yo me he estado horas continuas persiguiendo con los ojos la forma de una doncella que durante el día me dejó en los huesos ansiedad de amor.
Despacio consideraba sus encantos avergonzados de ser tan adorables, su boca hecha tan sólo para los grandes besos; veía su cuerpo sumiso pegarse a la carne llamadora de su desengaño e insistiendo en la delicia de su abandono, en la magnífica pequeñez de sus partes destrozables, la vista ocupada por el semblante, por el cuerpo joven para el tormento y para una maternidad, alargaba un brazo hacia mi pobre carne; hostigándola, la dejaba acercarse al deleite.